Durante los últimos 25 años, el país ha experimentado cambios radicales en varios aspectos. Quizás uno de los más notorios fue el de la educación superior. Cada vez más padres están dispuestos y pueden garantizar la admisión de sus hijos a la universidad. Cada año, 380.000 bachilleres visitan los distintos centros universitarios. Este aumento de solicitantes de formación profesional fue tan grande que superó con creces la capacidad del mercado laboral. Un título universitario o una carrera no garantiza hoy un lugar en el mercado laboral. Esta fue la causa del llamado “Síndrome de Doctoritis”, que en repetidas ocasiones llevó a las autoridades educativas a alertar a los colombianos sobre la necesidad de considerar otro tipo de alternativas, técnicas o tecnológicas, que puedan brindar mejores perspectivas laborales a los egresados y al mismo tiempo. satisfacer necesidades específicas.
Pero la verdad es que estas nuevas opciones aún no son muy populares entre los graduados de la escuela secundaria. La mayoría de los estudiantes buscan un título universitario. Mientras que el 68 por ciento de los egresados de secundaria aspira a una universidad, solo el 32 por ciento opta por una formación tecnológica o técnico-profesional. Es por esto que las universidades en Colombia, si bien ofrecen nuevas alternativas, ponen el mayor énfasis en los cursos tradicionales para responder a la creciente demanda de solicitudes de admisión.
SEMANA consideró interesante realizar una encuesta para mostrar a los jóvenes que comienzan su educación superior qué alternativas están disponibles y qué facultades están preparando mejores profesionales, además de las tendencias generales en las preferencias de los estudiantes. Para este diagnóstico se consultaron las opiniones de profesionales y empresarios de los distintos campos
Medicina
Ha sido el producto elegido durante más de diez años. Asimismo, las facultades de medicina del país cuentan con un nivel de calidad reconocido en América Latina. Paradójicamente, un gran porcentaje de la población colombiana no tiene acceso a buenos servicios médicos. Esto se debe en gran parte al hecho de que hay demasiados médicos en las grandes ciudades, mientras que algunas ciudades pequeñas y medianas, especialmente las áreas rurales, tienen médicos insuficientes. Según los expertos en este tema, la concentración de profesionales en la ciudad hace que un tercio de los médicos graduados se dediquen a las llamadas “derivaciones” cuando no hay mejor opción. Por otro lado, las universidades, asociaciones nacionales o profesionales no se hacen responsables de los egresados. No existe un programa regular de educación continua, aunque se puede ver que los médicos generales se vuelven obsoletos en tres años y los especialistas en cinco años.
Contaduría
Curiosamente, esta es la carrera que aparece en la segunda posición de prioridad. Quizás esto se deba a que es el curso académico más frecuente durante el turno de noche. Sin embargo, cabe señalar que esta no es una profesión elegida por jóvenes recién egresados de la escuela secundaria, sino una profesión elegida por adultos que ya tienen experiencia laboral.
Administración de empresas
Quizás es la carrera ofrece más opciones: 47 universidades. Sin embargo, un estudio realizado por investigadores y economistas mostró que existe una grave crisis en la formación gerencial del país. El estudio mostró un gran aumento, pero mostró que su calidad es muy inestable. Una de sus conclusiones es la necesidad de acabar con el carácter marginal de la investigación, impulsar el programa de Maestría en Administración y cuidar la calidad del profesorado.
Ingenierías
Aunque muchos industriales niegan que los profesores estén completamente divorciados de las necesidades de la industria colombiana, reconocen la calidad de ciertos cursos académicos. Por ejemplo, en ingeniería civil, los empleadores consultores identificaron las facultades de ingeniería más importantes, las facultades de la Universidad Nacional de Bogotá y la Universidad Técnica de Santander como las más importantes.
Los ejecutivos de la empresa de ingeniería también confirmaron la calidad de las carreteras de la Universidad del Cáucaso en Popayán y la calidad de la hidráulica y estructuras de la Cordillera de Los Andes. En cuanto a la ingeniería industrial, la calidad de la formación que imparten en la Universidad Tecnológica de Santander en Bucaramanga es acorde. También cabe destacar el Valle del Valle en Cali y Los Andes, que se deben a su énfasis en el desarrollo tecnológico y las finanzas. Javeriana tiene un plan muy bueno en automatización y marketing, mientras que en Bogotá es un plan muy práctico en Estados Unidos. Pero en general
Economía
No hay duda de que una carrera en economía. Puntos de preferencia a la Universidad de Los Andes. Los expertos consultados aseguran que el profesorado y el personal se preocupan por mantener una plantilla profesional en Europa y Estados Unidos, y que el objetivo básico es formar investigadores, que es parte integral del programa académico. Este trabajo es realizado por el Centro de Investigaciones para el Desarrollo Económico (CEDE), y los futuros economistas recibirán capacitación en temas de investigación relacionados con el desarrollo nacional.
Brinda la posibilidad de especialización basada en la economía colombiana. La forma de abordar los diferentes temas permite a los estudiantes darse cuenta de la viabilidad financiera y social del proyecto según las diferentes regiones del país. Sin embargo, advirtieron que para la industria en su conjunto, la capacidad de trabajar en equipo es más importante. La autonomía para tomar decisiones y el uso de un segundo idioma (preferiblemente el inglés), en este sentido, es donde hay mayor conflicto.
Enfermería
Esta carrera es esencialmente una profesión femenina. Los expertos creen que el alto costo de la educación es incompatible con el estrecho campo de trabajo. Por otro lado, todavía existe una gran brecha entre la formación técnica y la formación universitaria. El departamento más prestigioso es el de los nacionales de Bogotá. El segundo lugar es la ex Fundación Rosario (Escuela Ciencias de la Salud) -ex Rosario- desde el primer semestre para ejercer. Por su parte, la región administrativa de La Haviliana presta más atención a la capacidad administrativa.
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